En la primavera del 1983, en Sant Esteve de Palautordera, un pequeño pueblo de tan solo ochocientos habitantes, a los pies del entrañable Parque Natural del Montseny, la familia Costa- Gil empieza a crecer. Con la llegada de Gerard, su primer hijo, deciden que es el momento de hacer un cambio en sus vidas.
Abrieron un pequeño negocio en medio de aquel lugar tranquilo, y en ese momento empieza la aventura en el sector de la pastelería con una pequeña tienda especializada en chocolates y pasteles.

En el año 1987 nace el hijo pequeño, Lluis. Pasado un año y con la llegada del otoño abren un segundo establecimiento en la vecina población de Santa María de Palautordera.

A día de hoy siguen en constante evolución, adaptándose a los nuevos tiempos con un producto fresco y buscando la máxima calidad.